Paulo Freire es un pensador comprometido con la vida; no piensa ideas, piensa la existencia.es también educador: cobra existencia en una pedagogía en que el esfuerzo totalizador de la praxis humana busca en, lainterioridad de esta, retotalizarse como practica de la libertad.
En sociedades cuya dinámica estructural conduce a la dominación de las conciencias la pedagogía dominante es la pedagogía de las clases dominantes. Los métodos de opresión no pueden, contradictoriamente, servir a la liberación del oprimido.
En esas sociedades gobernadas por intereses, de grupos, clases y naciones dominantes la educación como práctica de la libertad postula necesariamente una pedagogía del oprimido.
No pedagogía para él, sino de el.los caminos de la liberación son los del mismo oprimido que se libera: el no es cosa que se rescata sino sujeto que se debe auto configurar responsablemente.
La educación libertadora es incompatible con una pedagogía, que de manera cociente o mistificada, ha sido práctica de dominación. La práctica de la libertad solo encontrara adecuada expresión en una pedagogía en el que el oprimido tenga condiciones de descubrirse y conquistarse, reflexivamente como sujeto de su propio destino histórico. Por el contrario una nueva pedagogía enraizada en la vida de esas subculturas, a partir de ellas y con ellas, será un continuo retornar reflexivo sus propios caminos de liberación; no será simple reflejo, sino reflexiva creación y recreación, un ir adelante por esos caminos: método, practica de la libertad, que, por ser tal, esta intrínsecamente incapacitado para el ejercicio de la dominación. La pedagogía del oprimido, es pues, liberadora de ambos, del oprimido y del opresor. Hegelianamente diríamos: la verdad del opresor reside en la conciencia del oprimido.
Tal vez podamos organizar talleres dirigidos por ustedes.
ResponderEliminarYa será en otro momento.